El ministro de Agricultura de la República Checa, Ivan Fuksa, no descarta que la contaminación de los pepinos con la peligrosa bacteria «E. coli Enterohemorrágica» sea un acto terrorista. «En cualquier almacén es posible fumigar. Y eso estaría al alcance de un ataque terrorista», declaró Fuksa a la cadena estatal Ceska Televize.
No está aún confirmado, según Fuksa, que la contaminación de los pepinos tuviera lugar en el productor o en distribuidor de Alemania, pero que si se realizó intencionadamente estaría al borde del terrorismo.
El ministro informó que el control de los pepinos importados de España continúa y que las autoridades sanitarias han ampliado la supervisión a otras hortalizas frescas en todo el territorio nacional para detectar la presencia de la bacteria tóxica.
Praga analizará muestras de productos procedentes de Alemania, Holanda y Dinamarca, considerados como países riesgo y los ampliará a Rumanía, Bulgaria y de la propia República Checa.
Fuksa avisó hoy que posiblemente se empezarán también a examinar las fresas.
Para prevenir peligros, el ministro recomendó escoger productos checos, si bien los bioproductos locales también entrañan riesgos: «Puede suceder que alguien los rocíe con orina, aunque los frutos ya estén maduros. En cualquier caso, vale el consejo de «antes de comerlo, lavarlo bien».
