Los mercados asiáticos se resisten a las exportaciones hortofrutícolas españolas a pesar del potencial de consumo que ofrecen, de su «aparente» apertura y del interés de las empresas nacionales por ampliar los destinos de sus envíos a zonas que evidencian un continuo crecimiento.
Las empresas de sector consultadas apuntan que se trata de un destino «muy interesante», pero coinciden en que, en países como China, las trabas vienen de la mano de un proteccionismo que en ocasiones está oculto bajo el paraguas de las exigencias de calidad.
A pesar del crecimiento general experimentado por las exportaciones hortofrutícolas españolas de enero a septiembre de este año, las ventas fuera de la Unión Europea (UE) siguen estancadas y representan sólo el 6% del total, tanto del valor como del volumen, la misma cifra que en el mismo periodo de 2009.
Según la Federación Española de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex), las exportaciones de este sector a China hasta septiembre han sido nulas, al igual que en ese mismo periodo del año anterior.
En el caso de Japón, esta cifra ha llegado a 7 toneladas, frente a la única tonelada contabilizada en esas fechas de 2009, mientras que las exportaciones nacionales a Corea han sido de 281 toneladas, un 15% menos que en 2009, según datos de la Dirección General de Aduanas actualizados por Fepex hasta septiembre.
En este sentido, la política de apertura de nuevos mercados planteada desde distintos ámbitos como una alternativa complementaria al mercado comunitario de frutas y hortalizas -como China, Corea, Estados Unidos o Japón- «no está dando resultados significativos», según ha recordado esta organización.
El director general de Fepex, José María Pozancos, ha indicado que la evolución de estas cifras pone una vez más en evidencia «la eficacia de las barreras no arancelarias establecidas por estos países y la debilidad en la negociación de la Comisión Europea para abrir estos mercados», dada la actual estructura competencial de la UE.
Por el contrario, y en paralelo, según ha destacado Pozancos, en los mercados comunitarios se asiste a un «proceso continuo de liberalización» del comercio a terceros países.
El empresario del sector hortofrutícola y presidente del Grupo de Tomate de la Asociación de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas de Murcia (Proexport), José Hernández, ha explicado que «incomprensiblemente» sigue sin estar resuelto el acceso a los mercados asiático y americano.
En este sentido, Hernández ha lamentado que países como Estados Unidos y Japón, que se consideran «adalides del capitalismo y las libertades» mantienen barreras comerciales muy duras, aunque lo nieguen, «amparadas en cuestiones fitosanitarias o de otro tipo».
Sobre China, ha subrayado que se trata de un «destino interesantísimo, pero la fruta todavía no está madura».
Otros empresarios del sector también han considerado que el desembarco en los mercados del Lejano Oriente requiere fuertes inversiones debido, tanto por el transporte como a las diferencias culturales y a su gran tamaño, lo que puede provocar, además, que las firmas equivoquen su estrategia.
En este sentido, el gerente de Unica Group -la mayor cooperativa hortícola de Andalucía con sede en Almería-, Enrique de los Ríos, ha descartado que este grupo, que comercializa más de 140.000 toneladas de producción al año, vaya a apostar por estos destinos, tanto por la complejidad logística como por las redes de transporte.
Para Martinavarro, otra de las principales compañías exportadoras de cítricos y de verduras, en países como China las condiciones en materia fitosanitaria son «complicadas», lo que se une también a las dificultades para el transporte y a que son destinos que cuentan con otros mercados naturales emisores como Australia.
El director de Negocio de esta empresa, Carlos Martín, ha considerado que «para nosotros estos mercados no son una prioridad», a pesar de su importancia y de que existan «algunas oportunidades en el ámbito de la alta calidad».