El Tribunal Constitucional alemán confirmó hoy la validez de la ley sobre ingeniería genética en la agricultura, con lo que tanto el registro de cultivos y cultivadores de plantas modificadas como la regulación de las responsabilidades son compatibles con la normativa existente.
Con la decisión de los magistrados, los agricultores deberán pagar indemnizaciones cuando el polen de sus plantas modificadas genéticamente contamine un campo vecino, independientemente de si los presuntos autores permitan pruebas o no.
La sentencia del TC germano frena la iniciativa del Gobierno del estado federado de Baja Sajonia, que pretendía aliviar las estrictas fronteras establecidas al uso de plantas modificadas genéticamente en la agricultura.
«En vista de que los conocimientos científicos no establecen con claridad las consecuencias de usar plantas modificadas genéticamente, el legislador debe actuar con extremada diligencia», señala la sentencia del Tribunal Constitucional Alemán.
La Asociación Alemana para el Medio Ambiente y la Protección de la Naturaleza (BUND en sus siglas en alemán) se felicitó hoy por la decisión del TC y afirmó que se trata de «una alerta para los fanáticos del uso de plantas transgénicas en la agricultura».
En un comunicado, BUND califica de «éxito» las multas para los agricultores en caso de contaminación de cultivos cercanos convencionales.
«Los intereses de los agricultores que no usan genes manipulados y los de los fabricantes de productos alimenticios serán así protegidos», señala BUND.
Matthias Meißner, experto agrario de la organización internacional de protección del medio ambiente WWF, interpretó la sentencia del TC como «una derrota de los amigos de la manipulación genética en la agricultura».
Para Weißner, se trata de una «victoria de los consumidores alemanes, que rechazan en un 87 por ciento el uso de plantas modificadas genéticamente en la agricultura».