Los niños españoles comen pocas frutas y verduras y sólo un 20% llega al consumo recomendado por las organizaciones internacionales y los científicos, según ha afirmado hoy la directora Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), Ana Troncoso.
Entre la población infantil de 11 años en España, solamente uno de cada cinco llega a tomar al día los 400 gramos de fruta o verdura aconsejados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), según ha señalado Troncoso, en la inauguración de una conferencia sobre el papel de esos alimentos en una dieta equilibrada.
La directora de la Aesan, en nombre de la presidencia española de la UE y varios representantes de la Comisión Europea (CE) han coincidido en señalar que aunque las campañas para fomentar la ingesta de frutas están concienciando a la población, no bastan para mejorar la alimentación de los niños europeos.
Entre los más jóvenes (niños y adolescentes), un 10% son obesos y el 18,5 padece sobrepeso, un problema que cada vez se detecta a una edad más temprana, según Troncoso.
La responsable de Aesan ha explicado las iniciativas tomadas en España, como los programas Perseo y Naos, para fomentar que los niños y los adolescentes adquieran costumbres saludables.
Representantes de la Comisión Europea (CE), los países comunitarios y de EEUU se reúnen desde hoy hasta el viernes, con el fin de buscar estrategias más eficaces para potenciar una alimentación sana.
En Europa, sólo un 37% de las madres consume el volumen de fruta o de verdura aconsejado por la OMS, según ha explicado la experta en salud púbica y representante de la Dirección de Sanidad de la CE, Isabel de la Mata.
El problema del escaso consumo de productos saludables se ha agravado con la crisis económica y el aumento del desempleo, por el descenso de los ingresos en muchos hogares europeos y en consecuencia, menos poder adquisitivo para comprar productos sanos, según De la Mata.
Varios informes relacionan los hábitos saludables con el estatus social.
La CE ha explicado iniciativas como la plataforma para potenciar una alimentación sana, en la que están implicadas organizaciones del sector productor y empresas ó el plan para fomentar el consumo de fruta y de verdura en los colegios, este último cofinanciado por los fondos de la Política Agrícola Común (PAC).