Las bajas temperaturas del mes de enero auguran una «muy buena» temporada del calçot, que este año prevé despachar cinco millones de unidades y que se iniciará oficialmente el 31 de enero, con la celebración de la XXIX edición de la Gran Fiesta de la Calçotada 2010 de Valls.
El gerente de la Cámara de Comercio de Valls, Rafael Castells, ha destacado en rueda de prensa que las bajas temperaturas, la nieve y las heladas de este invierno favorecerán una cosecha de «excelente calidad, ya que el frío ha eliminado hongos y virus».
En este sentido, ha recordado que la propagación de la plaga de «la raíz rosada», que ataca a la raíz de los calçots debido a las altas temperaturas, hizo que la cosecha de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Calçot de Valls de 2007 se quedara en sólo 3,5 millones de calçots.
Este año la meteorología ha propiciado unas «buenas perspectivas», y se estima que los 52 productores de la IGP Calçots de Valls saquen al mercado unos cinco millones de cebolletas (brotes tiernos de las cebollas, cultivados expresamente para ser comidos al rescoldo).
La cifra iguala el «récord» de cinco millones de calçots despachados en 2008 y supera los 4,5 millones de unidades del año pasado, ha recordado Castells, que ha subrayado que este año se prevé una «excelente calidad».
Entre los calçots que llevan la denominación de calidad ‘Calçot de Valls’, el ámbito geográfico de la cual comprende las comarcas del Alt y el Baix Camp, el Tarragonès y el Baix Penedès, y los que no gozan de esta distinción, se estima que esta temporada la producción ascienda a unos 45 millones de unidades.
El inicio oficial de la temporada de calçotades, comida basada en el calçot, su salsa y sus complementos, se iniciará el próximo 31 de enero con la Gran Fiesta de la Calçotada de Valls, una jornada festiva y promocional alrededor de esta comida típica que prevé reunir a más de 35.000 personas y en la que se degustarán entre 80.000 y 100.000 calçots, ha señalado Rafael Castells.
