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Los agricultores valencianos apuestan por Rusia

La Indicación Geográfica Protegida (IGP) Cítricos Valencianos intenta potenciar las ventas de clementinas en el mercado ruso, a pesar de que las exigencias sobre fitosanitarios en ese país y los problemas financieros o crediticios suponen un freno a la actividad empresarial.

Según ha explicado el gerente de esta asociación empresarial, Juan Bautista Juan, el riesgo de impagos y la «inseguridad» en los envíos a ese país es «elevado», y las «grandes» exigencias sobre residuos de materias activas residuales en la fruta, dificultan las ventas.

«Los importadores piden que las partidas que enviamos a Rusia cuenten con residuos fitosanitarios en menores cantidades de lo que exige, incluso, la normativa comunitaria y, en algunos casos, piden la ausencia total de materias activas como clopirifos», ha precisado.

Ha indicado que, a pesar de todo, «necesitados potenciar ese mercado porque nuestras altas producciones no son absorbidas por los países comunitarios», y ha advertido de que sería negativo para el sector intentar vender todos los excedentes en la UE, porque se derrumbarían los precios y, con ello, todo el sector.

Ha señalado que los principales mercados para los cítricos valencianos son actualmente, junto al español, Francia, Italia y Alemania, pero han puesto todas sus esperanzas en ganar cuota de mercado en Rusia.

Ha recordado que los empresarios de cítricos valencianos llevan poco tiempo en Rusia, apenas dos años, y exportan en barcos desde los puertos de Valencia o Castellón, entre otros, frente a otras alternativas más costosas, como el transporte por carretera.

«Queremos preparar un nuevo envío para finales de noviembre o principios de diciembre y, dependiendo de como funcione, ampliar a otros cargamentos», ha explicado.

El gerente de la IGP ha puntualizado que el comercio alcanzó una cifra de 18.000 toneladas de enero a julio de 2009, con un valor medio de 0,55 euros por kilo.

Ha matizado que «la tendencia de envíos a ese país es un tanto atípica y en el pasado le hemos ofertado producto sólo cuando teníamos excedentes, pero ahora queremos que sean unos clientes estables y conseguir la fidelidad de ese mercado, y que valore la calidad frente al menor coste de los cítricos de otras procedencias».

Ha reconocido que la competencia es dura, sobre todo por la presencia de los operadores de Marruecos y Turquía que tradicionalmente han suministrado los cítricos a Rusia, el primero de ellos porque es capaz de ofertar a menor precio y el segundo porque, dada su cercanía geográfica, tiene que afrontar inferiores costes de transporte.

Los próximos meses serán fundamentales para los citricultores valencianos porque, según recuerda Juan Bautista Juan, cuando concluye diciembre es cuando las exportaciones marroquíes decrecen, y es el momento oportuno para potenciar las ventas de las clementinas, «nuestro producto estrella» frente a otros cítricos, como las naranjas, cuyo mercado domina Egipto.

Precisamente, para reforzar el comercio exterior con Rusia, IGP Cítricos Valencianos viajó la semana pasada junto a la Consejería de Agricultura de esa Comunidad para promocionar el producto en la sede de la Cámara de Comercio de San Petersburgo, en un acto al que acudieron importadores y cadenas de distribución del país como Bal-Fruit, Nevskaya, Fruits Brothers o X5, y prensa especializada.

Además, ha precisado que la IGP Cítricos Valencianos desarrollará actos promocionales en puntos de venta de cadenas de distribución de España, Francia y Alemania en los próximos días, y ha adelantado que, en este último país, «regalaremos naranjas a todos los asistentes al estreno del film La Chica de Las Naranjas (dirigida por Eva Dahr), que patrocinamos».