La Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas Vivas (Fepex) ha asegurado que algunos países comunitarios tienen autorización para utilizar productos fitosanitarios que en España están todavía pendientes de aprobación.
Así lo ha explicado el vicepresidente de Fepex, Antonio Chavero, que ha participado en unas Jornadas Técnicas sobre «La política fitosanitaria como factor de competitividad en el sector hortofrutícola», celebradas en Madrid en el marco de la feria Fruit Attraction.
En concreto, Chavero ha indicado que, para el control del «oidio», «moteado» y enfermedades postcosecha en frutales de pepita, en Francia, Italia, Bélgica y Alemania se utiliza «Piraclostrobin» y «Boscalida», mientras que en España todavía no se ha aprobado el uso de estos productos.
Varios países comunitarios utilizan «Spinosad» en pepino, calabacín, berenjena, melón y sandía para el control de «trips» en cultivos de invernadero, según Chavero, quien ha precisado que en España el producto tampoco tiene autorización.
Por lo que respecta a la «alternaria» y el «mildiu», ha indicado que los productores de Portugal, Italia, Alemania, Bulgaria, Chipre, Rumanía y Eslovenia utilizan «Cimoxanilo» y «Famoxadona» para tratar la planta de tomate, pero los españoles sólo están autorizados a utilizarlos en las plantaciones al aire libre.
Ha añadido que los mismos productos se utilizan en los cultivos de pepino en Alemania, Italia y Chipre, y que en Italia y Francia se tratan con ellos las plantaciones de calabacín, mientras que en España estos usos está pendientes de aprobación.
Chavero ha apuntado que la combinación de «Cimoxanilo» y «Famoxadona» se usa también en los cultivos de melón en Francia y en Chipre, pero aún no se puede utilizar en España porque no está autorizado.
Ha afirmado que Italia, Francia, Holanda y Reino Unido tiene la opción de controlar las malas hierbas «en preemergencia» en los cultivos de apio con «Linurón», mientras que en España «no hay soluciones para su control eficaz».
Chavero ha afirmado que estos casos demuestran que dentro de la Unión Europea no todos los agricultores cuentan con los mismos productos fitosanitarios para combatir las plagas.
Ha demandado que «la Administración sea ágil para utilizar estas soluciones», en referencia a los retrasos administrativos para la aprobación de productos fitosanitarios.