El presidente de Bolivia, Evo Morales prometió el sábado pasado acabar con el latifundio en su país ante una multitud de indígenas guaraníes a los que entregó tierras expropiadas a terratenientes en el sudeste boliviano.
«Seguiremos trabajando por ustedes hasta acabar con el latifundio», señaló el Jefe de Estado al recordar que esa decisión está en línea con lo que dispone la nueva Constitución Política del Estado, votada el pasado 25 de enero, y que los bolivianos aprobaron con alrededor del 62% de los votos
Morales recordó que en ese plebiscito, más del 80% ciento se pronunció a favor de acabar con el latifundio y decidió que la mayor extensión de tierras agrarias sea de 5.000 hectáreas.
«Es un día histórico estamos empezando desde aquí para terminar con el latifundio. La propiedad privada siempre será respetada pero alguna gente que no quiere la igualdad debe cambiar de idea», señaló Morales en la comarca de Alto Parapetí, en el sudeste del país, donde inicialmente se entregaron 20 títulos agrarios a indígenas guaraníes en un proceso que dijo concluirá a fin de año.
En esa región el Gobierno boliviano denunció que los guaraníes, a los que despojaron de sus tierras, vivían en condiciones de servidumbre, de peonazgo, trabajos forzados y de semiesclavitud.
Por último, Morales hizo un llamado a los terratenientes porque dijo que llegó «la hora de concertar de manera tripartita» y pidió a los dueños de tierras que tengan más de cinco mil hectáreas a entregar voluntariamente sus predios a los que no tienen.