Nacional

Vizcaya no quiere transgénicos

La Diputación de Vizcaya ha pedido al Gobierno Vasco que exija «una normativa clara que prohíba el cultivo de transgénicos en toda Europa».

La diputada foral de Agricultura, Irene Pardo, ha asumido, a través de un comunicado, la declaración de las Juntas Generales de Vizcaya de noviembre de 2007 que declaraba este territorio «libre de transgénicos».

Además, ha reclamado que «se cubra el vacío legal que existe en la actualidad» mediante un planteamiento que permita la «prohibición expresa de la utilización de cultivos transgénicos en Europa».

A su juicio, la imposibilidad de prohibir el uso de los transgénicos ha hecho necesaria una regulación de los cultivos modificados, que los ha restringido «casi al límite y garantiza que los cultivos ecológicos y convencionales no se vean contaminados».

Sin embargo, según la diputación, «es preciso proteger las producciones convencionales y ecológicas, impidiendo la presencia de organismos modificados genéticamente en los productos vegetales y animales obtenidos».

En este marco, la diputación ha explicado que «en el hipotético caso» de que existiera una solicitud para un cultivo transgénico en Vizcaya, se dirigiría a los sectores afectados -denominaciones de origen y marcas de calidad alimentaria, organizaciones de productores locales…-, para conocer su opinión.

Por lo tanto, según el Ejecutivo vizcaíno, será el propio sector «quien tenga en gran medida capacidad de decisión para la autorización de cultivos modificados genéticamente mediante sus informes».

La diputación será entonces «la garante de que se cumplan cada una de las obligaciones que deben cumplir las personas físicas o jurídicas que deseen introducir semillas genéticamente modificadas».