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COAG quiere estándares mínimos sociolaborales

COAG ha solicitado a la UE condicionar la apertura de los mercados al cumplimiento de estándares mínimos sociolaborales, ambientales y sanitarios, en beneficio de la seguridad alimentaria, pero también para lograr la mejora de las condiciones de vida en los países terceros mediterráneos.

Así se lo ha trasmitido el responsable de frutas y hortalizas de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Andrés Góngora, a los responsables de las negociaciones de Euromed de la Comisión Europea y de la Representación Permanente de España ante la Unión Europea, durante el encuentro mantenido hoy en Bruselas.

«Dado que la calidad de las producciones europeas es elevada y los agricultores han de cumplir obligatoriamente numerosos requisitos medioambientales y sociales que tienen importantes repercusiones sobre los costes de producción, las importaciones que llegan al mercado europeo deben respetar principios similares y no incurrir en competencia desleal», ha indicado Góngora.

Ha recordado, en un comunicado, que estos terceros países no tienen unos costes de producción equiparables a los de los productores europeos, en particular en lo que respecta a la mano de obra, ni tampoco requisitos medioambientales, costes sociales y fiscales similares.

Asimismo, Góngora ha demandado que se adopten cláusulas de este tipo como las que ya se han adoptado en otras ocasiones, como en el Acuerdo de Cotonú, entre la UE y los países de África, Caribe y Pacífico (ACP).

En este documento se recoge el compromiso de ambas partes de respetar los Convenios de la Organización Internacional del Trabajo sobre la libertad sindical y la negociación colectiva, abolición del trabajo forzado, eliminación del trabajo infantil y no discriminación en el empleo.

También se ha insistido en que se deben hacer públicas las cuantías económicas satisfechas por los exportadores marroquíes, principalmente de tomate en los últimos años de manera general, así como en aquellos días en los que el valor global de importación se situó por debajo del precio de entrada para dar mayor transparencia a los sistemas de control de producto.

En este sentido, se ha instado a la Comisión a considerar a la hora de negociar la revisión del acuerdo las «graves perturbaciones» en el mercado europeo provocadas por las importaciones de Marruecos.