La Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas (COAG) ha considerado hoy que el Plan de Reconversión de Cítricos aprobado por el Gobierno es necesario pero insuficiente, porque el número de hectáreas subvencionables en cinco años queda muy alejado de las verdaderas necesidades del sector.
No obstante, esta organización agraria, en un comunicado, confía en que el plan sirva para que los productores adapten sus variedades a la demanda del mercado.
Añade que para acceder a las ayudas se ha de ser socio de una Organización de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH) o bien haber tenido un acuerdo de comercialización con una OPFH o comercio privado en los tres últimos años o tenerlo para los tres siguientes.
Por ello, lamenta que, dada la escasez del presupuesto, los únicos beneficiarios del Plan de Reconversión deben ser los agricultores profesionales y las sociedades titulares de explotaciones consideradas Explotaciones Agrarias Prioritarias.
«Las ayudas públicas deben destinarse a aquellas explotaciones más desfavorecidas, es decir, los pequeños y medianos agricultores profesionales, quienes sin este tipo de apoyos no podrían llevar a cabo la reconversión varietal de su explotación en un corto período de tiempo», asegura COAG.
Recuerda que las OPFH ya disponen de los Programas Operativos para realizar estas inversiones y que la concentración de la oferta en OPFH debe conseguirse por el propio atractivo de éstas y no a través de la coacción al agricultor para que pueda acceder a las ayudas», argumenta el responsable del sector de frutas y hortalizas de COAG, Andrés Góngora.
Asimismo, el número de hectáreas subvencionables en un plazo de cinco años, 18.000, queda muy alejado de las verdaderas necesidades del sector que tendría que reconvertir al menos 22.000 hectáreas, sostiene.
Se muestra también en «completo desacuerdo» con el límite de 18 hectáreas máximas por beneficiario, ya que el 84 por ciento de las explotaciones de cítricos en España tienen una Superficie Agraria Útil menor de cinco hectáreas.
«Establecer un límite máximo tan elevado provocará que las grandes explotaciones acaparen la mayor parte del presupuesto», ha puntualizado Góngora.