Los países de la Unión Europea (UE) votarán en noviembre la propuesta de Bruselas para reducir considerablemente los requisitos de calidad que en la actualidad se exigen para la venta de frutas y verduras. Se trata de un proyecto para suprimir las normas de comercialización actuales para 26 tipos de frutas y hortalizas y mantener los requisitos sólo para 10 productos -que representan el 75% del comercio hortofrutícola de la UE-, aunque en este último caso con una mayor permisividad. Durante la tramitación de esta propuesta el Gobierno de España -primer país hortofrutícola de la UE- y las organizaciones del sector mostraron su rechazo y alegaron que podría perjudicar al productor y al consumidor; muchos países también pusieron objeciones. La Comisión Europea (CE) quiere que las exigencias de calidad se eliminen para 26 frutas y verduras como espárragos, calabacines, aguacates, coliflores, cerezas, berenjenas, ajos, melones, sandías o cebollas, entre otros.
Pretende que se mantengan las reglas específicas para los productos que considera que tienen más valor comercial: las manzanas, kiwis, cítricos, lechugas, melocotones, tomates, peras, fresas, uvas de mesa, pimiento dulce o tomates.