En un estudio publicado este miércoles, la Dirección de la Investigación, los Estudios, la Evaluación y las Estadísticas (DREES) destaca que esa evolución general queda marcada, además, por fuertes desigualdades sociales.
El porcentaje de hijos de obreros con sobrepeso era en 2017 del 24 %, con un 8 % de obesos, cuando los porcentajes para los hijos de profesionales cualificados o directivos eran, por su parte, del 12 % y del 3 %.
También son significativas las diferencias de género. La proporción de chicas con sobrepeso hace dos años era del 20 % (comparada con el 17 % en 2009) y la de obesas del 5,4 % (frente al 3,8 % ocho años antes).
En el caso de los chicos, la obesidad había aumentado del 3,8 % al 4,7 %, mientras el problema del sobrepeso se mantuvo estable (con un 17 %).
Los investigadores recuerdan que la falta de actividad física, el tiempo pasado delante de las pantallas (televisión, móvil u ordenador) asociado a la falta de actividad física o las comidas irregulares son factores que contribuyen al riesgo de ganar peso.
En 2009, un 68 % de los adolescentes decían desayunar cada día, pero ocho años más tarde eran únicamente un 63 %.
En cuanto al tiempo pasado delante de las pantallas, la mitad de los escolares les dedican al menos tres horas y media al día y un 10 % más de seis horas.