Así respondió Malström a una carta cuyo contenido se ha conocido este lunes y que le remitieron el 25 de marzo 33 eurodiputados que pedían pausar la negociación UE-Mercosur ante la llegada al poder del líder en Brasil del ultraderechista Jair Bolsonaro.
La misiva de Malström explica que la CE no está «negociando con Brasil de forma bilateral, sino con Mercosur como una organización internacional» a la que también pertenecen Argentina, Paraguay y Uruguay.
Malström recordó que la CE está «monitoreando el impacto que podrían tener los últimos avances en los derechos de las personas indígenas» ante la preocupación de los eurodiputados, entre los que se cuentan los españoles Ernest Urtasun (ICV), Florent Marcellesi (EQUO), Jordi Solé (ERC), Paloma López Bermejo (IU) y Ana Miranda (BNG).
Según los europarlamentarios, «cualquier acuerdo entre el Mercosur y la UE podría poner en peligro tierras indígenas» y podría contribuir a dejar sin acceso a sus terrenos a 4,5 millones de pequeños campesinos.
Pero la Comisión Europea confía en que el acuerdo comercial pueda influir en la situación de las personas indígenas «por la parte política» del mismo.
Además, los representantes afirmaban que un pacto con Mercosur «en las condiciones actuales estaría en total contradicción con los esfuerzos de la UE para parar el avance de la desforestación y la degradación forestal».
Pero el Ejecutivo comunitario lo pone en duda a través de la comisaria, quien manifestó que pese a las declaraciones anteriores de Bolsonaro, en las que amenazaba con abandonar el Acuerdo de París contra el cambio climático, el Ministerio de Medioambiente de Brasil ha declarado «en varias ocasiones y de forma publica» que permanecerá en él.
«La Comisión no cuenta con ninguna indicación de que Brasil prevea no ratificar sus acuerdos medioambientales internacionales», dijo.
Jair Bolsonaro llegó a la presidencia de Brasil, el país más grande del Mercosur y el tercer mayor exportador agrícola mundial, el pasado 1 de enero y su presencia puede poner en jaque un acuerdo comercial que se ha estado negociando durante casi 20 años.
Por último, Malström indicó que «la UE y Brasil son socios estratégicos con una larga cooperación e intercambios regulares en cuestiones bilaterales y multilaterales, incluyendo comercio, protección medioambiental y derechos humanos».