Ese fue el mensaje que tanto los representantes de la patronal europea BusinessEurope como los de la confederación europea de sindicatos CES transmitieron al término de la tradicional Cumbre Social Tripartita, previa al Consejo Europeo de primavera.
«Apoyamos la extensión y pedimos que tenga lugar», dijo en rueda de prensa el presidente de BusinessEurope, Pierre Gattaz, que subrayó que esa extensión «se debe limitar en el tiempo» para evitar la inseguridad a las empresas, pero «ser lo bastante larga para asegurar que no se pone en riesgo el funcionamiento de las instituciones europeas».
Por su parte, el secretario general de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), Luca Visentini, consideró fundamental aparcar la amenaza de una salida de Reino Unido sin acuerdo y pidió la ampliación de las negociaciones para facilitar una transición que evite consecuencias más negativas de la salida británica.
En ese contexto, pidió a «todos los implicados en las negociaciones» que «no perjudiquen a los trabajadores europeos».
Gattaz alertó, por otra parte, de que la UE «se está quedando atrás en su capacidad para desarrollar empresas líderes».
Para garantizar un crecimiento sostenido apostó por «la transformación digital» y por promover la innovación y las inversiones en el desarrollo de competencias.
Visentini criticó que la UE no esté garantizando a los trabajadores «una vida digna» y opinó que la respuesta pasa por «una mayor inversión pública y privada, una política industrial real y una imposición progresiva y justa».
También mencionó la necesidad de impulsar la negociación colectiva para mejorar los salarios, aumentar la productividad y hacer frente a la desigualdad.