En su informe sobre las perspectivas a corto plazo de los mercados agrícolas de la Unión Europea de otoño de 2018, recuerda que en la campaña 2017/2018 se produjo una fuerte bajada de cosecha debido a las tormentas y la caída de granizo en las zonas productoras y los períodos de frío en abril y mayo de 2017.
Respecto a la próxima campaña, explica que las condiciones meteorológicas fueron favorables en primavera para la producción, pero que en verano, la sequía y granizadas puntuales han afectado a la calidad del fruto en Alemania, Dinamarca, Suecia, países bálticos y algunas partes de Francia e Italia.
Como resultado, espera que se procesen un 54 % más de manzanas en comparación con el año pasado, o un 10 % más frente al promedio de los últimos cinco años.
Mientras que en 2017/2018 la UE exportó 734.000 toneladas de manzanas frescas y 503.000 toneladas de procesadas (-50 % y -29 %, respectivamente respecto a 2016/2017), el aumento de la producción en 2018/2019 impulsará las salidas, sobre todo de manzana procesada (+49 % en comparación con el promedio de los últimos cinco años).
La importación de la UE de manzana fresca en 2017/2018 (551.000 toneladas, +27 % respecto a 2016/17) y procesada (1,5 millones toneladas, +74 %) caerá en 2018/2019 un 27 % y 47 %, respectivamente, debido a la gran oferta.
En relación al consumo, indica que las previsiones pasan por una recuperación del 2 % dentro de la tendencia decreciente general por los precios altos y las bajas disponibilidades.
Como ejemplo, recoge que los precios de las manzanas gala en los cuatro principales países productores aumentaron entre un 20 % (Italia) y un 120 % (Alemania) comparado con 2016/2017; para la variedad golden, los aumentos oscilaron entre el 27 % (Francia) y el 120 % (Alemania) en ese mismo período.