Los operadores europeos están a la espera de que entre en liza la oferta hortícola proveniente de España, ya que el comercio en la Unión Europea se encuentra bastante paralizado. La ola de calor y la falta de lluvias durante las tres primeras semanas de agosto ha condicionado sobremanera la actividad y la oferta del Centro y Norte de Europa y los precios están especialmente altos, lo que está provocando una ralentización considerable de los consumos.
La mayoría de hortalizas como tomates, pimientos o pepinos «tienen unos precios muy altos y estos precios no están favoreciendo las ventas y la demanda se encuentra bastante paralizada con muy pocas operaciones fuera de los programas de los supermercados», apunta Domingo Peñate, director de Anaco & Greeve.
En la misma situación se encuentran otros operadores como Mack Multiples, ya que «la falta de brócoli, brásicas y productos de hoja están provocando mucha debilidad en la demanda, porque los precios están siendo especialmente altos y los lineales de las cadenas no están viendo mucha actividad ni compra por parte de los consumidores», señalan desde el operador de Sainsbury´s.
Es por este motivo, que los operadores europeos están a la espera de que los niveles de oferta de España se incrementen para animar la demanda, ya que el mercado se encuentra pesado pero por unos precios excesivamente altos y «esperamos que la llegada de España normalice la situación», señalan desde la firma británica.
La realidad es que las exportaciones españolas se han movilizado antes de lo previsto y los palets de mercancía están saliendo rápidamente de los almacenes. El propio presidente de Coexphal, Manuel Galdeano, no duda en señalar que «vamos a tener un inicio de campaña muy rápido, ya que hay escasez de oferta de hortalizas en Europa y muchos importadores nos están solicitando ya género».



















