Según este documento, difundido hoy, «el mercado polaco de la distribución de alimentos todavía no ha alcanzado el grado de modernización de otros países europeos» y el comercio tradicional continúa siendo muy importante en el país.
Así, en 2017, el 64 % del total de los puntos de venta se correspondieron con formatos tradicionales, si bien únicamente representaron un 19 % de las ventas en términos de valor.
No obstante, durante los últimos años se observa que el sector está inmerso en un proceso de reestructuración y las grandes cadenas están ganando cuota de mercado, «en detrimento principalmente de pequeñas tiendas independientes».
La tienda de descuento Biedronka ha conseguido situarse como líder indiscutible, con una cuota de mercado en la distribución minorista de alimentos del 20,7% en 2017, según los datos del ICEX.
Debe su éxito a su extensa red de tiendas, ubicaciones convenientes cerca de barrios residenciales, un amplio surtido de productos, tanto de marca propia como de marcas privadas y muchas referencias, sobre todo dentro de frutas y verduras, de origen polaco.
El estudio recuerda también que los consumidores polacos continúan siendo muy sensibles a los precios, si bien «cada vez se valora más la calidad, la frescura y el origen de los productos».
Los polacos tienen por costumbre realizar compras frecuentes pero pequeñas, así como la preferencia por formatos más reducidos que los de otros países europeos y, por ello, los formatos comerciales que mejor se ajustan a todas estas tendencias son las tiendas de proximidad, de descuento y de conveniencia.
El ICEX llama también la atención sobre el nivel de precios de los alimentos en Polonia que es «notablemente inferior al de la media de la UE, aunque entre 2017 y 2018 se ha reducido esta brecha».
En cuanto a las previsiones para el futuro, el ICEX señala que el sector continuará creciendo en los próximos años y todo indica que las tendencias actuales se mantendrán.