Con esos datos, los trabajadores expiden un recibo a cada agricultor, que luego llevan a las oficinas para efectuar el pago del producto entregado.
Un empleado de las oficinas fue el primero que observó algo raro en uno de los recibos, por lo que decidió contactar con el punto de recogida para comprobar la cantidad que se debía abonar, y al sospechar que podría ser una estafa llevó el caso al equipo ROCA (Robos en el Campo) de la Guardia Civil de Calpe.
Según ha revelado la investigación, todo comenzó cuando el ahora detenido llevaba su producción de naranja a la citada empresa, y en una de esas entregas falseó uno de los recibos añadiendo un «3» al calco del recibo, delante de sus apenas doscientos kilos de naranjas, lo que le reportó bastante más ingresos de lo esperado.