La idea partió del chef Michel Nischan, fundador en 2007 de la organización «Wholesome Wave», que comenzó en 2010 a implementar un proyecto piloto para suministrar frutas y verduras con prescripción médica en varias comunidades de siete estados de EE.UU.
En Los Ángeles la misma idea tomó forma en FVRx, con ayuda de las tiendas Target, que donaron 1,2 millones de dólares, así como de las clínicas Eisner de Los Ángeles y de seis mercados de pequeños agricultores locales.
El programa se extendió en junio de 2017 con la subvención de Target aumentada a 1,5 millones de dólares, según informó su portavoz, Lee Henderson, para abarcar también a pacientes del hospital Memorial Herman de Houston, Texas, y al centro de salud comunitario Jesse Trice de Miami, Florida.