Según ha informado el Instituto Armado en una nota de prensa, los arrestados contaban con antecedentes policiales por hechos similares y pasaron a disposición judicial tras la intervención de los agentes.
La detención respondió a diversos dispositivos activados en Caspe y en sus localidades limítrofes en las que se habían registrado incidentes similares previamente.
Como resultado de estas pesquisas, se pudo determinar la identidad de dos personas que se dedicaban supuestamente al hurto de fruta durante la noche, cuando los trabajadores habían concluido su jornada laboral, para proceder a su venta posterior en Zaragoza.
Así, la noche del 25 de julio la Guardia Civil identificó un turismo, en cuyo interior se hallaron 23 cajas que contenían melocotones sin documentación acerca de su procedencia y que, según comprobaron los agentes, procedían de una finca de Chiprana de la que, un día antes, habían desaparecido 400 kilos de esta fruta.
De acuerdo con el Instituto Armado, el propietario de la parcela reconoció la mercancía, ya que se trataba de la variedad Andros, cuyos rasgos identificativos eran idénticos a los que presentaba su plantación pendiente de recogida.