Sobre el montón de melocotones, los agricultores (entre los que había productores de fruta de hueso, pero también viticultores) colocaron simbólicamente una bandera francesa.
Yves Aris, presidente del gran sindicato agrícola francés (Fnsea) en el departamento, dijo que con esta protestas quieren «denunciar la competencia desleal de la fruta venida de España», en declaraciones reproducidas por el periódico.
Aris se quejó de que esa misma fruta en España se vende a «un precio, digamos, razonable», pero la que se envía a Francia se comercializa a un precio que hunde el mercado y «eso no lo podemos aceptar».
En la misma línea, se quejó de que el mercado francés sirve como salida para los excedentes españoles. Por eso reclamó que haya «discusiones de Estado a Estado para salvar nuestras empresas. Es lo que venimos a decir, tranquila pero firmemente». Se trata de la cuarta acción de este tipo desde el comienzo del verano en el departamento de los Pirineos Orientales.




















