En la última década, la producción francesa de fresas se ha visto reducida en un 38%, pasando de 77000 toneladas que se producían en el año1996 a las 48000 del pasado año 2007. Este hecho parece deberse a distintos factores. Por un lado, las numerosas jubilaciones de los productores franceses, por otro, la fuerte competencia vía precios de países vecinos como Alemania y España, donde el coste de mano de obra es más bajo que en Francia y provoca que, en el caso de España, la producción sea 6 veces mayor y un 60% mas barata que la francesa.
Es esta última la razón principal por la que muchos productores franceses han decidido tirar la toalla y dejar la provisión de fresas en Francia a otros países. Las importaciones de este producto se han duplicado en los últimos diez años, pasando de 51.000 toneladas importadas en el año 1996 a las 101.000 del año 2007. En concreto, las frutas españolas constituyen un 75% de las importaciones totales, seguidas de lejos por las marroquíes, con un 13%, según publica el último boletín sectorial del ICEX.
Según Xavier Mas, Presidente de la Asociación Nacional de Productores de fresas, la única vía que les queda a los productores franceses para solucionar este problema es diferenciarse vía calidad del producto, a través de variedades como la Gariguette, de calidad superior a las fresas de importación.
