El propietario de este «supermercado de barrio con productos ecológicos certificados», Víctor Sánchez, es un convencido consumidor bio que con anterioridad regentaba un herbolario y que ha dado el salto al comercio eco bajo la premisa de «potenciar la economía local y apoyar a los pequeños agricultores de la región».
Los principales proveedores son productores de la región y su idea es facilitar información detallada del agricultor que lleva sus productos al súper para que los clientes que lo deseen puedan acercarse y ver el trabajo que realizan los productores ecológicos de su provincia.
Con la apuesta por los canales cortos de comercialización, «se consigue un producto de mayor calidad y con un menor coste, ya que se reducen notablemente los gastos de desplazamiento que siempre elevan el precio de este tipo de artículos», según un comunicado de Biomarket Toledo.
Otro de sus objetivos es «reducir los desperdicios», así entre las más de 2.000 referencias, cuenta también con una amplia gama al peso y a granel, para evitar la utilización innecesaria de envases.