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CE rechaza que control oficial de plagas sea asumido por propios importadores

La Comisión Europea (CE) ha respondido por escrito a una pregunta realizada por la europarlamentaria Clara Aguilera a raíz de un informe entregado por el Comité de Gestión de Cítricos (CGC) sobre las ‘particulares’ re­la­cio­nes y for­mas de proceder entre los ex­por­ta­dores sudafricanos de cítricos y la inspección fitosanitaria ho­lan­desa oficial.

Pues bien, en su respuesta el ejecutivo co­mu­nitario incurre en contradicciones que el CGC -la asociación que aglutina a los principales operadores de cítricos privados de España- considera «evidentes». Efectivamente, el co­mi­sa­rio eu­ro­peo de Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis Andriukaitis -quien suscribe for­mal­mente la aclaración a la par­­la­men­ta­ria- recuerda que en 2011 se realizó una auditoría europea que «comprobó que dichas inspecciones (a las im­por­ta­cio­nes de frutas de países terceros) las realizaban entidades administrativas independientes» y que, entre ellas -como denunció el CGC- «se incluye el organismo privado de control de calidad Kwaliteits-Controle-Bureau (KCB)».

Acto seguido y pese a que KCB fue creada y sigue controlada por los propios operadores hor­to­fru­tícolas holandeses, el comisario recuerda que con arreglo a la regulación comunitaria, los importadores «no tienen po­te­s­tad» para llevar a cabo tales controles porque tienen «intereses particulares en el resultado» (sic).

La acción de control de la también vicepresidenta de la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo se produjo después de que el CGC diera a conocer y entregara a la eurodiputada un dossier con pruebas documentales claves para entender cómo los cítricos sudafricanos reducen los posibles re­­chazos de los con­tro­les fitosanitarios que la UE impone en los puertos para evitar la entrada de plagas y enfermedades de cua­ren­te­na.

Del estudio de tales papeles se desprendía la disparidad evidente en el rigor e incluso in­­de­pen­den­cia de la ins­pec­ción en­tre Holanda y Es­paña. Efectiva­men­te, según da­tos de la propia Citrus Growers Asociation of Sou­thern Africa (CGA) referidos a la cam­paña de importación de 2014, la inspección holandesa de­mostró ser 24 veces más ineficaz en la de­tección del pa­tó­geno Gignardia Citricarpa (el temido hongo que provoca la ‘mancha negra de los cítri­cos’) que la española.

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