Por su parte, ARAG-ASAJA ha recomendado a los agricultores los daños pueden pasar desapercibidos a simple vista ya que «la helada puede parecer que no ha tenido lugar», por lo que ha pedido que no se haga ninguna intervención en las plantas, no sea que se eliminen muestras necesarias hasta hablar con los peritos del seguro y que éstos evalúen las consecuencias.
Los daños se han producido principalmente en viñedo y en frutales (donde el índice de suscripción es más generalizado dado que las consecuencias suelen ser mayores) y habrá que esperar la evolución de la remolacha, patata, guisante verde y la espigación de los cereales.
Dentro de los siniestros asegurables, el hielo no es una práctica generalizada, por eso ARAG-ASAJA insiste en la importancia de asegurar los cultivos para este tipo de inclemencias.



















