En Polonia, los agricultores han soportado temperaturas de -6 grados centígrados a mediados del mes de abril. Esto ha provocado que se pierda el 80 por ciento de la cosecha de cereza. También se espera que ciruela, pera y manzana hayan sufrido daños, aunque para la fruta de pepita albergan la esperanza de que se limite a un 15-20 por ciento debido a que la floración aún no había comenzado.
En la República Checa todavía es pronto para evaluar daños, aunque la situación no parece tan crítica como el año pasado cuando el sector sufrió importantes pérdidas debido a las heladas, publica Fruitnet.com.
Austria tampoco se ha librado de las temperaturas gélidas, ya que calculan que el 50 por ciento de la cosecha de manzana se habrá visto afectada. La situación es similar para la fruta de hueso, aunque hay que decir que la mayoría de los productores cuentan con seguro agrario.