La Euroagencia, con sede en Alicante, ha desvelado que estas pérdidas de ventas suponen el 13,8 por ciento del total y que la caída de puestos de trabajo se explica en que los fabricantes legítimos contratan a un número inferior de personas de los que necesitarían si no hubiera piratería.
Si se tiene en cuenta el efecto en cadena de los pesticidas falsificados en el mercado, el número de puestos de trabajo que se dejan de crear en la UE asciende a 11.700.
Además, estas falsificaciones se traducen en pérdidas de 238 millones de euros para las distintas administraciones de los 28 países miembros por la caída de impuestos y de cotizaciones a la Seguridad Social.
El director ejecutivo de la Euipo, el portugués António Campinos, ha apuntado en un comunicado que la industria de fabricación de pesticidas comprende un gran número de pequeñas y medianas empresas que «no es una excepción» a la lacra de la piratería.