En las islas de Zante y Creta también se registraron protestas.
El portavoz del Ejecutivo griego, Dimitris Tzanakópulos, aseguró que "el Gobierno está abierto al diálogo con todos los grupos sociales", siempre y cuando no haya "demandas maximalistas" y se respeten "las posibilidades fiscales".
"Si hay demandas realistas estamos preparados para debatirlas", añadió Tzanakópulos.
Los agricultores griegos llevaron a cabo el año pasado entre enero y marzo casi seis semanas de protestas contra el proyecto de reforma fiscal y de las pensiones del Gobierno de Alexis Tsipras, y provocaron severos problemas en tráfico e incluso la clausura temporal de la frontera con Bulgaria.