La aprobación por el Consejo de la armonización en la UE de los Límites Máximos de Residuos (LMRs) en diferentes productos, entre ellos Frutas y Hortalizas, con entrada en vigor a partir del 1 de septiembre de 2008, ha conducido a la Autoridad de Alimentos y Mercancías (VWA) del Ministerio de Agricultura de Holanda, que es la entidad neerlandesa responsable de estos controles, a iniciar ya su tarea de adaptación a los nuevos LMRs armonizados, especialmente en los que
no tiene ninguna duda.
Sin embargo ciertas organizaciones de defensa medioambiental (como Milieudefensie, Natuur en Milieu o Goede Waar & Co.) publicaron en sus páginas web los resultados anuales de los controles de residuos en frutas y hortalizas y las
infracciones efectuados por la VWA en 2007, e hicieron en consecuencia unas clasificaciones por productos, supermercados y países de procedencia según especificaciones de LMRs, para información de sus clientes consumidores.
En consecuencia, algunas cadenas de supermercados mal situadas en la clasificación, como Super de Boer (Grupo Casino) y luego Lidl y Aldi, endurecieron drásticamente sus exigencias muy por debajo de los límites armonizados,
incluso Aldi fijó un límite máximo total de ciertos residuos por producto. La organización Defensa Medioambiental llegó a elaborar su propio modelo aceptable de normas de LMRs que trató de negociar con la cúpula de la organización de los supermercados en Países Bajos, la CBL, para que éstos aplicaran lo antes posible los LMRs más exigentes que los armonizados. La CBL rechazó toda posible armonización de los requisitos de LMRs. Tanto el comercio, como la producción hortofrutícola neerlandesa, a través de sus respectivas organizaciones, FrugiVenta y DPA, mostraron enseguida su preocupación por el desarrollo de tales exigencias que amenazaban la posición competitiva de ambas en el mercado. En particular, las críticas del sector productor iban en el sentido de la escasa viabilidad de poder garantizar algunos de los requisitos más exigentes para ciertos productos y de tener que atender una gama de LMRs no armonizada para cada cliente.
Por su parte, la plataforma comercial hortofrutícola FrugiVenta está llevando a cabo negociaciones con la cúpula de la organización de supermercados CBL, y quiere realizar consultas con la Ministra de Agricultura sobre la falta de
rigurosidad de las organizaciones de defensa medioambiental sobre su interpretación de los riesgos de los LMRs en frutas y hortalizas.
Por otro lado, las quince cadenas neerlandesas de supermercados integradas en la Organización de compras Superunie (entre otras, Jumbo, Hoogvliet, Deen, Coopcodis, Sligro, Sperwer, Spar, Nettorama,…), integrada a su vez en CBL, han decidido unilateralmente no introducir más exigencias de residuos que las estrictamente legales y armonizadas.
