"La ciudad estaba gastando 500 millones de bolsas por año, es una barbaridad, si uno las pusiera una al lado de otra darían siete veces la vuelta al mundo", explicó hoy a la radio La Once Diez el ministro de Ambiente y Espacio Público porteño, Eduardo Macchiavelli.
La prohibición, que entró en vigor este domingo (festivo de Año Nuevo), ha comenzado a notarse en todos los supermercados, hipermercados y comercios autoservicio de la capital argentina.
Según Macchiavelli, hay "dos grandes motivos" que hacen que "recontrajustifican" la medida.
"El primero es por el daño ambiental que producen. Estas bolsas llegan a los ríos y causan un daño enorme en la flora y en la fauna. El segundo motivo ya tiene que ver más directamente con el día a día de la ciudad. Las bolsas llegan a los sumideros, los tapan… cuando llegan a los ríos subterráneos forman verdaderos diques que traban la circulación del agua y favorecen inundaciones", expresó.
La prohibición completa un plan para limitar el uso de bolsas de plástico que comenzó en 2009.
Hasta ahora se obligaba a pagar por las bolsas desechables, lo que ya había repercutido en que más del 60 % de los vecinos se sumaran al uso de bolsas reutilizables o carritos, de acuerdo al ministro de Ambiente porteño.
A fin de minimizar los inconvenientes de la transición, el Gobierno ha desplegado algunos puntos de entrega de bolsas ecológicas.