Retail

Plataforma portuguesa pretende ahorrar en compra y combatir desperdicio

Ahorrar en la cesta de la compra y, a la vez, reducir el desperdicio de comida es el principio de la plataforma portuguesa Good After, que vende productos que superan la fecha de consumo preferente y que ahora busca asentarse en España.

Los portugueses desperdician un millón de toneladas de alimentos al año, cifra que en la vecina España, con más de cuatro veces su población, alcanza los 7,7 millones de toneladas.

Parte de esos alimentos acaban en la basura cuando todavía son aptos para el consumo y la plataforma online Good After pretende reducir esa cantidad poniéndolos a la venta a precios hasta un 70 por ciento inferiores a los que tienen en un supermercado tradicional.

"El consumidor normal ve todos los plazos como un plazo de validez y nosotros queremos dar a conocer que existen dos plazos de consumo completamente diferentes", explicó a Efe la gerente y cofundadora de Good After, Chantal Camps.

Por un lado, están los productos marcados con el mensaje "consumir hasta", cuya fecha señala el plazo límite en el que se pueden vender y consumir.

"Después hay otro universo de productos, los de ‘consumir preferentemente antes de’, que son los que nosotros vendemos. Ese plazo es una preferencia y no una fecha de consumo límite. Después de esa fecha, pueden ser vendidos y consumidos", explicó Camps.

Por el momento, Good After hace unos 30 envíos diarios en Portugal, donde está teniendo una buena acogida y consiguiendo una cartera de clientes habituales que han repetido la experiencia de hacer un pedido, que se entrega en 24 horas en suelo luso y en 48 si está destinado a España.

A pesar de que Good After es "un supermercado de oportunidades", Camps admite que tiene la limitación de "no conseguir garantizar que tiene los mismos productos todos los días porque funciona por lotes", ya que sus proveedores son sólo fabricantes o representantes de marcas.

La fecha de consumo preferente no es el único factor que determina qué productos acaban en el almacén que Good After tiene en Oporto, el único espacio físico de la empresa.

Algunos son desechados por la propia marca porque cambia el diseño del embalaje, lo que ocurre a menudo con productos de belleza e higiene, y "los productores no quieren que los nuevos productos convivan con los antiguos", señaló Camps.

Por ello, la calidad de los productos no está en riesgo y pueden ser comercializados a precios más bajos, lo que permite un ahorro a los consumidores.

"Pretendemos ofrecer un supermercado en el que las personas puedan obtener ahorros significativos. Los descuentos van desde el 20 al 70 por ciento y explicamos siempre al cliente a qué se debe ese precio, ya sea por el plazo o por la época en la que está a comprar, o porque se ha dejado de vender", afirmó la gerente.