La controversia ha surgido cuando el fiscal del caso y el abogado del Estado han interrogado a una de las once personas que se juzgan por estos hechos -ocurridos hace 22 años-, Pedro Pérez Riquelme.
Mientras que los primeros sostienen que la finca "La Tenienta", de Consuelo Alcalá -citada como testigo en el juicio-, no estaba arrendada a este acusado sino a otra sociedad, y que era imposible que produjera en una temporada casi 670.000 kilos de naranjas, Riquelme mantiene lo contrario.
Así, durante su declaración, ha insistido en que en la temporada en que vendió aquel volumen de naranjas a la empresa murciana Alvalle, cuyos dirigentes son otros de los acusados, se recolectaron los miles de kilos que constan vendidos, ya que se trataba de naranjos de gran envergadura y con una gran producción.
Además, ha explicado que aunque el contrato de arrendamiento de la finca con su propietaria fuera suscrito con posterioridad a la recolección y entrega de los cítricos, el dato no niega que con anterioridad ya se hubieran realizado las labores propias del arrendamiento.
Pérez Riquelme ha dicho al responder a otras preguntas que no formó parte nunca de la supuesta trama de defraudación de las ayudas a la transformación de cítricos en zumo que está bajo sospecha en este caso, y que tampoco infló las cantidades vendidas ni indicó a nadie que así lo hiciera, además de comenta que "no tiene dinero en Suiza ni en Las Bahamas".
Esta tercera sesión de la vista oral ha comenzado con la declaración del acusado Francisco Espinosa, representante de un matrimonio de la India propietario de una finca ubicada en la provincia de Alicante, quien ha mantenido, en contra de lo que sostienen las acusaciones, que la misma arrojó una producción de 600.000 kilos de naranjas.
También ha prestado declaración Herminio Rivera, que fue personal laboral de la delegación del Ministerio de Agricultura en Murcia y que se encargó del control del pesaje de la mercancía cuando llegaba a las dependencias de la empresa Alvalle para ser transformada en zumo.
Este acusado ha dicho que siempre actuó como le habían indicado sus superiores, que consistía en comprobar el peso bruto de los palés cuando entraban en la citada empresa, así como la tara y el peso neto, y que ha negado que hiciera constar en las actas que se levantaban un peso superior al realmente recibido.