De este modo, Sol y Arena y Tierras de Almería confían en reducir en un 50 por ciento el umbral de aprovechamiento de sus pozos para contribuir a la recuperación natural de los mismos y luchar así contra la progresiva intrusión marina en los acuíferos, la principal amenaza para la calidad del agua de riego en toda la comarca.
Esfuerzo colectivo
La estrategia de reducción en las extracciones iniciada por estas dos comunidades de regantes pretende convertirse en la tendencia a seguir por el resto de comunidades de regantes de la comarca para poder hacer realidad el decreto de recuperación de los acuíferos que impulsa la Junta Central de Usuarios del Poniente (JCUAP). Gracias a dicho decreto, actualmente en borrador y pendiente de aprobación por parte de la Consejería de Medio Ambiente, todos los usuarios del agua en el Poniente, incluidos regantes, industrias y ayuntamientos, se comprometen en el horizonte de 2018 a dejar de extraer hasta 52 Hm3 de agua de los acuíferos subterráneos de la comarca.
Plan de actuaciones
Para cumplir en 2018 con el objetivo de reducir hasta en 52 Hm3 las extracciones de aguas subterráneas, la Junta Central de Usuarios del Poniente incluirá en el decreto de recuperación de los acuíferos una propuesta técnica que contempla la ampliación de 30 a 40 Hm3 de la capacidad de producción de la desaladora de Balerma, la reducción en un 80 por ciento del consumo de agua de los Pozos de Bernal por la ciudad de Almería y su sustitución por 7 Hm3 anuales de la desaladora de la capital.
También la generación de hasta 10 Hm3 anuales de aguas regeneradas en las depuradoras de Roquetas de Mar y de El Ejido, el aprovechamiento de hasta 5 Hm3 anuales de los sobrantes de la Balsa del Sapo, incluir sistemas para la captación de aguas pluviales en los proyectos de modernización de invernaderos y que se evalúe la capacidad de aprovechamiento de aguas embalsadas en la presa de Benínar en función de sus reservas reales.





















