Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), el cambio climático ha incrementado los eventos extremos, como inundaciones, sequías y heladas.
En el municipio de Machalí, a unos 100 kilómetros al sur de Santiago, este grupo de expertos ha aplicado con éxito esta invención chilena. Los técnicos despliegan la plataforma móvil con un brazo articulado en cuyo extremo hay una hélice portátil. El objetivo, controlar las heladas que azotan la producción agrícola.
"Para darle un poco más de innovación al proyecto pensamos que la corriente de aire que genera la hélice podría servir no sólo para controlar las heladas, sino también como un importante insumo en la agricultura", explica a Efe el director de la agencia de innovación Chile Sustenta, Rodolfo Cortés.
Los científicos utilizan el aire que generan las hélices para hidratar o deshidratar la fruta, según convenga, aplicando aire caliente o rociando con agua fresca.
Las características de esta plataforma, de origen neozelandés, pero fabricada con tecnología chilena, la convierte en un artefacto útil para cualquier estación del año.
El proyecto tiene el apoyo de la Universidad de Chile y del gobierno de la región de O’Higgins, una de las zonas chilenas más castigada por fuertes heladas en los últimos 3 años.
El ministro de Agricultura, Carlos Furche, comentó recientemente a Efe que una de las razones para introducir esta tecnología en el campo chileno es proteger de las heladas la producción de cerezas del país, la más importante del mundo.
Patricio Bustamante trabaja con productores cerezas en el municipio frutícola de Curicó, 200 kilómetros al sur de Santiago. El empresario explica que además de controlar las heladas, esta plataforma móvil se utiliza también para esparcir agua en los centros de acopio de la fruta.
"Colocamos aspersores en la punta de las hélices para hidratar las frutas y así mantener el ambiente fresco, porque las temperaturas en diciembre (verano austral) son muy elevadas", señala Bustamante.
El ingeniero Rodolfo Cortés se muestra orgulloso del invento. "Chile está al día", señala. Esta innovadora tecnología le está dando valor agregado al viento y hace de la plataforma móvil una herramienta única en el mundo para el control de las temibles heladas y otros problemas agropecuarios.