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Agricultores españoles tendrán que buscar mercados alternativos tras el ‘brexit’

El comisario europeo de Agricultura, Phil Hogan, ha dicho que los agricultores españoles "tendrán que buscar mercados alternativos" tras el "brexit", uno de los grandes retos a los que se enfrenta el sector junto al acuerdo comercial con Estados Unidos (TTIP) y los efectos del veto ruso, entre otros.

"La industria tiene que asegurarse de que no es dependiente del mercado británico si hay una mayor presión al comercio", afirmó Hogan en una entrevista con Efe, poco antes de viajar a España para participar en el congreso de Interporc en Madrid y en un encuentro con la ministra del ramo, Isabel García Tejerina, en Toledo.

Hogan animó a los Estados miembros y a las organizaciones agrarias a que "se organicen para buscar mercados alternativos al Reino Unido".

Los productores "son conscientes" de ello, dijo, y deberán esforzarse para paliar los efectos con la promoción como principal aliada, según el comisario irlandés.

La apertura a nuevos mercados ha sido el principal atajo a la crisis provocada por el veto ruso, que desde 2014 prohíbe la entrada de productos agroalimentarios europeos en respuesta a las sanciones a Moscú tras la anexión de Crimea por Rusia, una situación que se extenderá, al menos, hasta diciembre de 2017.

"Hemos diversificado nuestros mercados y ahora el 80 por ciento de los productos que iban a Rusia tienen destino a otros lugares del mundo", argumentó el comisario.

Hogan dijo que para fortalecer la presencia internacional, Bruselas incrementará la partida presupuestaria a la promoción, con 133 millones en acciones en 32 mercados extracomunitarios en 2017, frente a 111,3 millones de euros en 2016, lo que supone cerca de un 20 por ciento más.

Esta estrategia ha ayudado, según Hogan, a salir de la crisis a uno de los sectores más afectados por el veto, el del porcino, que ha visto incrementar sus precios en España un 30 por cienot en los últimos cinco meses.

El sector, que representa el 35 % de las pérdidas totales del veto ruso, según los últimos datos publicados por el Instituto de Comercio Exterior (ICEX), se ha centrado en mercados como China, Japón, México o Vietnam, donde un centenar de empresas españolas se ha abierto al mercado en el último año, 80 de ellas de carne porcina.

"Las empresas han hecho un buen trabajo en términos de estructura y de competitividad, han tomado iniciativas y ahora tienen que continuar posicionándose", afirmó Hogan.

El comisario destacó las "iniciativas" desplegadas desde Bruselas para ayudar al sector, como las ayudas al almacenamiento privado con el fin de paliar la caída de precios.

También anunció que propondrá "cambios" a la Política Agraria Común (PAC) tras un año de su aplicación, con el objetivo de simplificarla y encontrar "nuevas oportunidades para los jóvenes".

Entre otras medidas, propone dar "flexibilidad" a los Estados miembro en la definición de agricultor activo.

Los agricultores españoles están también preocupados por las negociaciones entre la UE y Estados Unidos para el tratado de libre comercio e inversiones (TTIP), un acuerdo que Hogan no prevé que se cierre antes de 2018, ante el cambio en la Administración estadounidense.

"No veo un acuerdo a final de este año ni tampoco en 2017. Continuaremos las negociaciones pero la negociación seria empezará cuando el nuevo equipo negociador esté establecido", afirmó.

Hogan aseguró que el texto "garantizará" la protección de las denominaciones e indicaciones geográficas europeas, uno de los escollos de la negociación y una de las grandes reivindicaciones del sector, dado que aún no se sabe cómo estas estarán recogidas en el texto, e incidió de nuevo en la promoción.

"Tendremos que hacer más esfuerzos de promoción en los nuevos mercados y eso representará beneficios tanto para los agricultores como para la UE", subrayó.

Hogan explicó que la Comisión Europea (CE) está preparando un "estudio piloto" para analizar qué oportunidades se van a generar para los pequeños agricultores en este ámbito, y reconoció que se trata de "un asunto muy costoso para las pequeñas empresas", que van a tener que hacer cambios en el etiquetado.

También quiso reconfortar a los productores de cítricos preocupados por el acuerdo con Sudáfrica, que permite la entrada de estos productos a la UE con arancel reducido, y aseguró que habrá "un mecanismo de salvaguarda" que se pondría en marcha si hay una importación excesiva.