Ello ha sido posible gracias al uso de sistemas de monitorización de los cultivos, que hace posible una agricultura de precisión, con un control exhaustivo del agua de riego, seguimiento de los nutrientes del suelo y de la planta, entre otras variables, ha informado la empresa en un comunicado.
La progresiva implementación de la tecnología del programa IG4, implantado hace tres campañas, en la producción ha permitido hacer un uso eficiente y racional del agua ahorrando en la última campaña un 20 por ciento adicional al del 30 por ciento que ya consiguió en el ejercicio precedente, lo que significa un ahorro total del 50 por ciento respecto al agua usada hace unos cuatro años.
En la actualidad, casi el 100 % de los 39 socios de Grufesa se han adherido ya al uso de esta tecnología, lo que supone que esté siendo usado en la práctica totalidad de las 500 hectáreas que cultiva.
Esta superficie también está acogida a Food Chain Partnership, un proyecto de CropScience de Bayer, en el que Grufesa fue pionera en el cultivo de la fresa adhiriéndose en 2010 y que supone una apuesta contundente por la seguridad y salud alimentarias, fundamentadas en una nueva filosofía de trabajo en campo de total garantía para el medio ambiente.
Gracias al mismo, ha logrado que el 45 por ciento de su producción de la pasada campaña fuese de residuo cero en tanto que el resto cumplió escrupulosamente con la normativa vigente al situarse muy por debajo de los Límites Máximos de Residuos (LMR) legalmente establecidos por la Unión Europea, según los exhaustivos análisis de control del laboratorio Analytica Alimentaria.
Grufesa, integrada por 39 socios, comercializa sus productos en al menos 20 países europeos, incluyendo España, además de realizar envíos puntuales a Oriente Medio.