En busca de una alternativa más saludable que los productos comerciales, los estudiantes del Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud (CICS), Unidad Milpa Alta del IPN, trabajaron en la elaboración de los Sandi Flakes, nombre que le dieron al cereal, informó el IPN mediante una nota.
Los alumnos Lizbeth López, Mónica González y Fernando Embriz, del cuarto semestre de la licenciatura en Nutrición, aseguraron que "una porción de una pulgada cuadrada de cáscara equivale al 2 por ciento del consumo diario recomendado de vitamina C y al 1 por ciento de vitamina B6".
Explicaron que la cáscara de la sandía "contiene citrulina, un aminoácido esencial benéfico para el corazón y los sistemas circulatorio e inmune, y señalaron que una porción de 25 gramos aporta 34,6 kilocalorías a diferencia de los productos comerciales que contienen hasta 100 kilocalorías".
Considerada un desecho orgánico, la cáscara de sandía, de la que sólo les sirve la parte verde, en su proceso primero es deshidratada y luego reducida a polvo tipo harina que se mezcla con cacao, azúcar y agua para elaborar hojuelas horneadas con agradable sabor y alto valor nutricional.
Durante su investigación, los estudiantes hallaron un estudio publicado en "Journal of Chromatography", donde se detalla que este desecho orgánico tiene un compuesto denominado citrulina que contiene propiedades benéficas, entre las que destacan sus efectos antioxidantes.
Los jóvenes explicaron que "una vez que ha sido ingerida la citrulina, las enzimas del organismo la convierten en arginina, un aminoácido esencial para el buen funcionamiento del corazón y los sistemas circulatorio e inmune".
Señalaron que el óxido nítrico que produce "la arginina aumenta el flujo sanguíneo y la energía en todo el organismo", así como la flexibilidad de todo el cuerpo, por lo que también el consumo de Sandi Flakes se relacionaría con una adecuada función eréctil.
Otra ventaja de ingerir citrulina es que para convertirse en arginina requiere de un gran consumo de amoniaco, por lo que comer el cereal resultará benéfico para pacientes con trastornos metabólicos que producen este gas de manera excesiva, detalló el escrito.
El grupo de estudiantes explicó que el cereal que diseñaron tiene una vida de anaquel de hasta cuatro meses y un valor comercial menor a los 10 pesos, unos 0,53 centavos de dólar.