La Comisión Europea (CE) ha insistido hoy en que los precios de las materias primas agrícolas, como cereales o carne, tienen un efecto limitado en el encarecimiento de los alimentos para el consumidor y ha apuntado que «puede atribuirse también» a la especulación en los mercados.
La repercusión de los precios de las materias primas agrícolas o ganaderas en los que paga el ciudadano o en la inflación es pequeña, si se comparan con otros costes de producción o con otros factores, según un informe, que ha presentado hoy la CE al Consejo de ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin).
El Ejecutivo de la UE señala que la reciente subida «dramática» de los precios de los alimentos se podría atribuir a la presión por escasez de oferta de productos agrícolas, pero también «a la especulación en mercados de derivados», según el estudio, realizado por la dirección de Economía de la CE.
Los motivos principales fueron la escasez de cosechas en países como Australia o Argentina, así como el aumento de la demanda de carne y lácteos por parte de países emergentes como India, Brasil y China.
La CE cita la demanda de bio-carburantes, pero reconoce que ha tenido un impacto significativo, por ejemplo, en la producción de maíz en EEUU, mientras que en la UE apenas ha supuesto la utilización de un 2% del cultivo de cereales.
Otra razón ha sido el freno de Rusia, Ucrania o Argentina a las exportaciones.
La CE señala que en el segundo semestre de 2007 aumentó el impacto de los precios agrícolas en la inflación del IPC armonizado, en los países de la zona euro, pero apunta que la repercusión de las cotizaciones en origen en el precio al consumidor es «baja».
Además, influyen más los costes laborales y energéticos en el precio final del alimento.
En alimentos frescos, la CE apunta que desde octubre la inflación se ha situado en un 3,1%, aunque en este caso influye la estacionalidad de productos como las frutas o verduras.