Señaló que Moscú no fue quien comenzó la política de sanciones y contrasanciones y tras asegurar que las empresas de muchos países comunitarios quieren volver a trabajar con Rusia, agregó: "Nosotros solo respondimos y no guardamos rencor a la UE".
"Estamos dispuestos a ir al encuentro de nuestros socios europeos, pero eso sin duda no puede ser una calle de un solo sentido", dijo el líder del Kremlin.
En cuanto a la situación económica mundial, Putin subrayó que "subsisten los problemas estructurales" que llevaron a la crisis que estalló en 2008.
"Después de la crisis se consiguió en parte equilibrar las finanzas, limitar, aunque no superar, los problemas del crecimiento de la deuda, y hacer más transparentes y controlables los flujos monetarios. Sin embargo, los problemas estructurales de la economía global se mantienen. De momento, no se la logrado reactivar el crecimiento", apuntó.
Y advirtió del riesgo de que se incremente la tensión geopolítica actual, que atribuyó principalmente a las dificultades económicas que atraviesa el mundo.
"La actual tensión geopolítica está vinculada en buena medida a la incertidumbre económica y al agotamiento de las antiguas fuentes de crecimiento", dijo el presidente ruso.
Agregó que existe el riesgo de que dicha tensión "pueda incrementarse, e incluso ser instigada de manera artificial".
