El fuego, ha señalado AVA-ASAJA en un comunicado, afecta no sólo a espacios forestales sino también a las explotaciones agrícolas que lindan con los montes y barrancos, y que en algunas zonas "se están viendo reducidos a cenizas".
"Las explotaciones que se mantienen productivas y tienen el suelo bien cuidado, limpio de maleza, están actuando de cortafuegos verdes, ya que por lo general sólo se queman las dos primeras hileras de árboles pegados al bosque, frenando así el avance hasta entonces imparable de las llamas", ha manifestado el presidente de la asociación agraria, Cristóbal Aguado.
Esa función ambiental no la pueden desempeñar los campos abandonados, "que acaban totalmente arrasados y favorecen la propagación del incendio hacia las zonas pobladas", ha advertido Aguado.
En una primera estimación de daños, el fuego provocará la pérdida de la cosecha de la próxima campaña, e incluso la de los dos o tres próximos años, pero si la intensidad y el alcance del incendio son aún mayores, el fuego causará la muerte del arbolado, ha indicado.
AVA-ASAJA informa asimismo de que los agricultores que tengan contratado el seguro antes de que se declarase el incendio tienen cubiertos los daños derivados del fuego en todos los cultivos y en concepto de riesgo excepcional.
Ahora bien, ante las proporciones "alarmantes" que está adquiriendo el siniestro, y en función del balance final de las pérdidas que ocasione, la asociación informa de que estudiará la conveniencia de solicitar ayudas extraordinarias y beneficios fiscales para todos los agricultores afectados.
El viento, añade, está dificultando las tareas de extinción del incendio, por lo que se prevé que el número de campos de cultivo acechados por las llamas se incremente en las próximas horas.
De momento, hay explotaciones con daños en los términos municipales de Sumacàrcer, Sellent, Cotes, Càrcer, Estubeny, Anna, Bolbaite y Chella, informa AVA-ASAJA.
Una negligencia es la causa más probable del incendio forestal que desde ayer por la tarde afecta a varios municipios de la comarca de La Canal de Navarrés y cuya extinción puede verse dificultada por los vientos de poniente, de nivel 3, que soplan hoy en la Comunitat Valenciana.