La Comisión Europea (CE) ha publicado el Reglamento 2016/921 con las medidas excepcionales vigentes a partir del 1 de julio para las frutas y hortalizas, a las que se podrán acoger en España una cantidad máxima de 38.800 toneladas, un 70 por ciento menos que en la campaña anterior (129.350 toneladas).
La Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas vivas (Fepex) ha precisado -tras conocer la nueva normativa- que para "estas ayudas a las retiradas para equilibrar los mercados el precio establecido es muy inferior al coste de producción".
Desde Cooperativas Agro-Alimentarias han considerado que "los cupos asignados a cada país se han quedado muy cortos" y, aunque ha celebrado la inclusión de la cereza y el caqui en la lista de productos elegibles a las ayudas excepcionales por el veto ruso, ha lamentado que "hayan quedado otras producciones importantes".
Han añadido que "seguirán insistiendo en la necesidad de incrementar los importes máximos de la ayuda para las retiradas" y que "las posibilidades de diversificación de las exportaciones de frutas y hortalizas comunitarias son aún muy escasas", en parte por las "barreras comerciales fitosanitarias".
El responsable técnico de Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja), José Ugarrio, ha valorado que se prorroguen un año las medidas, aunque considera "excesiva la reducción de la cantidades" fijadas para España después de no haber agotado el cupo asignado a los productores españoles la pasada temporada.
Esta circunstancia -ha explicado Ugarrio- es consecuencia de que los precios máximos de retirada para frutas y hortalizas fijados en la Organización Común de Mercado (OCM) Única y que sirven de referencia para el paquete de compensaciones por el veto ruso ya "no se ajustan a la realidad económica del sector".
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) también ha coincidido en que "el sector no tiene capacidad de intervención para reaccionar ante una bajada de precios" debido a que el precio de retirada "a veces no cubre ni los costes de gestión de la propia retirada".
"El sector vuelve a ir al mercado sin red de seguridad, ya que si hay una bajada de precios, el sector no va a tener capacidad de reacción y más con un cupo tan pequeño", ha asegurado su responsable hortofrutícola, Andrés Góngora.
La retirada, uno de los mecanismos para la prevención y gestión de crisis hortofrutícola, cuenta con unos precios máximos que oscilan entre los 3,88 euros/100 kg para las coles que no se destinen a distribución gratuita y los 48,14 euros/100 kg para la distribución gratuita de cerezas.
El secretario de Agricultura de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), Ignacio Senovilla, se ha sumado a la demanda de que se aumenten los precios máximos de retirada.
Pero a juicio de Senovilla, lo que más preocupa ahora al sector es la repercusión de la "falta de calor" en la campaña en frutas de hueso como la nectarina, el melocotón y la ciruela, que se ha traducido en producciones cortas, poca demanda en los mercados europeos y bajos precios.
