El estudio señala que los precios influyeron en la elección del consumidor, que compró más los productos con crecimientos moderados de coste y "castigó" a los que más se encarecieron.
Por un lado, las fresas se abarataron un 1,5 por ciento y su compra aumentó un 9,2 por ciento, lo que también sucedió con el kiwi, cuyos precios cayeron un 3,6 por ciento, con un repunte del 6,8 por ciento en ventas.
Por el contrario, las cerezas se encarecieron un 18 por ciento y su compra bajó el 24 por ciento, mientras que las peras subieron de precio un 11 por ciento y su consumo cayó el 12,6 por ciento.
Nielsen cita, como excepción, a los limones, cuyas ventas aumentaron un 9,7 por ciento, pese a que su precio subió casi un 15 por ciento.
En cuanto a las verduras, refiere que se abarataron pepinos, zanahorias y judías verdes (entre el 2,7 por ciento y el 3,8 por ciento) y su presencia en la cesta de la compra subió entre un 3,5 por ciento y un 7 por ciento.
En cambio, pimientos y patatas registraron subidas de precio por encima del 18 por ciento y las ventas cayeron un 5 por ciento.
Según el estudio, las frutas y verduras representan el 11 por ciento de la cesta de la compra, con un gasto anual de 8.457 millones de euros, pero se trata de un mercado "maduro", con pocas posibilidades de crecimiento.
El informe señala que cada vez cobra más relevancia el comercio electrónico y, aunque en productos frescos apena representó el 0,3 por ciento de las ventas, en 2015 subieron un 23 por ciento.
En este segmento destacan los cítricos, como parte de la llamada "compra de maletero" o de reposición por internet, que incluye productos voluminosos -que van desde pañales a leche o alimentos para mascotas-.
Nielsen también ha destacado el sector de "conveniencia", con formatos de alimentos listos para consumir, que responden a los cambios de hábitos y demográficos, con ejemplos como la verdura pre-cortada, los gazpachos, salmorejos o ajoblancos, cuyas ventas han crecido un 10 por ciento.
