Según ha indicado Pozancos a Efeagro, el sector tiene "mucha preocupación" porque desde que comenzó el embargo -en agosto de 2014- "hemos asistido" a una "saturación" de los mercados hortofrutícolas comunitarios, que "no se ha resuelto con las medidas adoptadas por la Comisión Europea".
Una "presión de la oferta" que "afecta muy negativamente a la rentabilidad de las producciones" dentro de la UE.
Aunque Fepex ya había previsto una posible prórroga del embargo, sí le ha sorprendido que se prolongue hasta finales de 2017.
A su juicio, se asiste a un proceso en el que "se está considerando normal" el veto "y no se adoptan medidas excepcionales y suficientes" para afrontarlo.
A pesar de todo, está esperanzado en que la negociación política pueda finalmente conseguir el levantamiento del embargo antes de final de 2017.