Una de las medidas claves de este plan de vigilancia es el monitoreo en campo con la colocación de trampas en 22 puntos de control distribuidos por toda la Región en las comarcas en las que se producen cítricos. Para la realización de estos controles se han determinado 15 puntos de control fijos en explotaciones citrícolas, y además se han instalado 9 puntos estratégicos.
El director de AILIMPO señala que “a la hora de establecer estos punto de control de control se ha tenido en cuenta que sean zonas de tránsito de mercancías, que pueden suponer una entrada de organismos nocivos procedentes de otras zonas productoras de fuera de la Región, como son carreteras, puntos de parada de vehículos pesados, aeropuertos y puertos”. Y añade “se trata de detectar cualquier entrada de organismo nocivo lo antes posible, con el fin de reaccionar de forma conjunta sector y administración, erradicando rápidamente cualquier foco que se detecte”.
Entre los organismos nocivos que se van a explorar destacan Diaphorina Citri y Trioza Erytreae, que transmiten el ‘Greening’ de los cítricos, y diversas moscas de la fruta como Anaplophora Chinensis. Además, se realizarán controles de detección de otras enfermedades como Elsinoe, Mancha Negra y la Cancrosis, o cáncer de los cítricos.
Además, por parte de AILIMPO se ha solicitado que se extremen los controles sobre los viveros, especialmente en aquellos que comercializan planta ornamental.