La cantidad de alimentos que se quedan en la línea de producción puede ser vista como un desperdicio y no como un producto para ser reutilizado. Por ello hay una mayor motivación por parte de las procesadoras para reducir los residuos y, por tanto, reducir gastos y aumentar beneficios, señaló Steve Raskin, representante del grupo.
Hay una serie de factores que pueden contribuir al desperdicio de alimentos, desde la semilla plantada por el agricultor hasta cada una de las etapas del proceso de producción.
Raskin destacó que una de las formas de reducir la generación de desechos es en la selección de maquinaria, señalando que debería centrarse en la calidad del producto, ya que muchos son desechados de la línea de procesado y cómo el clasificador de alimentos puede ser optimizado de esta manera.
Máquinas de clasificación basados en sensores puede determinar que un producto tiene un 70 por ciento de buena calidad, en lugar de desviarlo directamente como residuos. La mayoría de los productos pueden ser revisados hasta que esté listo para ser utilizado. Por ejemplo, al almacenar patata o arándano, se debe garantizar la salubridad del producto sin que sufran durante su almacenamiento con el fin de alargar la vida útil del producto, publica fruitnet.com.
Raskin ha añadido que la firma ha desarrollado soluciones sostenibles con clientes y otras empresas.
La discrepancia entre la oferta y la demanda es una de las principales causas de desperdicio de alimentos, ya que los agricultores, al no encontrar un mercado para sus productos, deja que el cultivo sin recoger en el campo y los supermercados reducen el número de pedidos de último minuto, dejando a los productores con productos que no finalmente no se pueden comercializar.
Con la identificación del lugar donde se produce el residuo y tratándolo de forma adecuada, se debería aliviar la presión sobre los recursos naturales y reducir la producción de alimentos, ya que muchos de ellos terminan finalmente en el cubo de la basura.