En un comunicado han señalado que este tipo de inclemencias meteorológicas son cada vez más comunes. Por ello están trabajando para solventar los efectos del cambio climático, ya que se producen repentinos cambios pasando de una estación seca intensas lluvias y heladas, situación que afecta al normal desarrollo de los cultivos.
Estos efectos han afectado de forma importante a la agricultura en los últimos diez años provocando pérdidas por un valor de 14.000 millones de euros. La situación se agrava ante el hecho de que Italia ha experimentado un invierno con temperaturas cálidas, lo que ha adelantado la floración y el normal crecimiento de los cultivos, por lo que muchos de estos se encuentran en una situación crítica.