La empresa ha señalado en un comunicado que, además de cambiar de nombre y de logotipo, Sorli apuesta por un nuevo modelo comercial basado en aportar soluciones que faciliten el proceso de compra mediante una nueva distribución de los productos en sus 114 supermercados.
De este modo, los supermercados se organizarán por categorías definidas en función de las necesidades del consumidor final como la de elaborados cárnicos, la de comida rápida o la de celebraciones, entre otros.
Sorli ha explicado que uno de los principales objetivos del nuevo modelo es mejorar la eficiencia "de forma transversal" y, por ello, dotará las tiendas de nueva tecnología que optimice la gestión de los pedidos de productos frescos con datos que permitirán realizar una previsión de ventas futuras más ajustada.
Este refuerzo tecnológico busca facilitar también la gestión y aprovisionamiento automatizado de los frescos, unos productos de difícil parametrización.
Sorli prevé que el nuevo modelo a implementar tenga una repercusión positiva en la facturación del grupo, que en 2016 calcula que será de 242 millones de euros, un 1 por ciento más que la registrada el año anterior.
Esta facturación provendrá en un 90 por ciento de los 114 supermercados, en un 4 por ciento de las 3 gasolineras y en un 6 por ciento del resto de actividades del grupo.