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Aprobado el logo para productos de venta directa en explotaciones agrarias

El Gobierno balear ha aprobado el logotipo de venta directa de las explotaciones agrarias, que podrán utilizar para identificar los productos en su etiquetado así como para señalizar la ubicación y las zonas del punto de venta en la misma explotación o en las proximidades, carreteras o caminos.

El consejero de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca, Vicenç Vidal ha firmado la resolución por la que se aprueba el uso del logotipo de venta directa en las explotaciones agrarias que llevan a cabo esta actividad complementaria, que previsiblemente se publicará en el Boletín Oficial de las Islas Baleares esta semana, ha informado la Consejería en un comunicado.

El logotipo, elegido mediante un concurso que organizó Servicios de Mejora Agraria y Pesquera de las Islas Baleares (Semilla) que ganó el diseñador Toni Salom, se podrá utilizar voluntariamente en el etiquetado de los productos objeto de la venta directa, en la información comercial, las páginas web y para señalizar la ubicación del punto de venta en la propia explotación o sus proximidades.

Las explotaciones agrarias que lo utilicen deben comunicarlo a la Dirección General de Agricultura y Ganadería para que los datos de ubicación del lugar donde se lleva a cabo la venta directa se incluyan en una página web del Gobierno balear que se ha activado hoy y donde se puede acceder también a un manual de uso del logotipo.

Los titulares de explotaciones que realicen venta directa y que también comercialicen otro tipo de productos pueden identificar los de venta directa con el logotipo, pero deben separarse convenientemente del resto de forma que el consumidor pueda identificarlos debidamente y con facilidad.

En Baleares, para poder hacer venta directa y utilizar el logotipo que la identifica es necesario ser titular de una explotación inscrita en el Registro insular agrario, haber notificado que se llevará a cabo la actividad y comunicar a la Dirección General de Agricultura y Ganadería que se utilizará el distintivo de venta directa.

La superficie útil destinada a la exposición y venta de los productos no puede ser superior a 75 metros cuadrados.

El régimen de venta directa de productos agroalimentarios, que recoge la Ley agraria de las Islas Baleares, es una demanda del sector agrario que tiene la finalidad de potenciar la comercialización agraria y dar un valor añadido a los productos de los agricultores y ganaderos.

Trata de impulsar sistemas y canales de venta que permitan acortar la distancia entre productores y consumidores, promover el consumo de alimentos frescos y de productos de temporada e identificar las producciones alimentarias con las explotaciones agrarias.

Además, la diversificación de las fuentes de ingresos de las explotaciones agrícolas y ganaderas puede suponer un incremento de la renta, lo que fomenta la competitividad del sector e influye en su viabilidad al aumentar su rentabilidad.

Este tipo de comercialización es un sector emergente en la economía alimentaria europea. Alemania, por ejemplo, mantiene una tendencia creciente de este tipo de venta, que practican un 8 % de las explotaciones del país, lo que representa unas 40.000 fincas, según datos de 2012.

Los principales productos comercializados sin intermediarios son productos cárnicos, huevos y frutas, en agricultura convencional, y verduras, pan y lácteos en agricultura ecológica.

Una situación similar se constata en Austria, donde aproximadamente 46.000 explotaciones (un tercio del total) obtienen más del 20 % de los ingresos mediante la comercialización directa. Destacan la carne, la leche, las frutas, las hortalizas y los huevos.

En Francia, según datos de 2010, el 21 % de las explotaciones (107.000) utilizan la venta directa como principal fórmula de comercialización, un tipo de comercialización que se da sobre todo en fincas de menos de 20 hectáreas. Por sectores, los productores de miel y hortalizas son los que más frecuentemente usan la venta directa, seguidos de los de frutas y vino.

En cuanto a Italia, la comercialización de alimentos por canal cortos ha aumentado. En el sector vitivinícola el 37,2 % del total de las ventas se producen por esta vía y en el hortofrutícola, el 27,7 %.

El Reino Unido es uno de los países donde este tipo de comercialización está más desarrollado, porque el nivel de conciencia de los consumidores británicos hacia el consumo de productos locales es muy elevado.