Así se explica en el resumen ejecutivo del informe "El mercado del equipamiento agrícola en Marruecos", realizado bajo la supervisión de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Casablanca, que ha difundido el ICEX.
Casi la mitad de la población activa de Marruecos tiene un trabajo relacionado con la agricultura, la pesca o el ecosistema forestal, con el trigo como cultivo más importante.
A pesar de ello, señala el ICEX, "el sector no está modernizado y todavía depende de las condiciones climáticas y de la falta de maquinaria" por lo que "se ve la necesidad de mejorar la calidad del equipamiento agrícola que optimice tanto el sector primario como el agroindustrial".
Además, este país "no cuenta con la suficiente producción local" y "tiene que importar una parte importante del equipamiento agrícola que precisa" y la oferta actual "se conforma casi exclusivamente de equipamiento procedente del extranjero, sobre todo de la UE", indica el informe.
En esta línea, España es un socio comercial consolidado en Marruecos e incluso el primero en importación de máquinas, aparatos hortícolas o silvícolas para la preparación o el trabajo en el suelo, para cosechar, trillas, a sí como remolques y semirremolques.
Sin embargo, en tractores, "España se queda fuera" del ránking por "no existir en el país una marca fuerte" de este subsector de maquinaria.
En el informe se alude también al Plan Marcoc Vert 2008-2020 con el que el Gobierno de Marruecos busca mejorar la productividad del sector, a través de la modernización y la optimización.
Cuando se lanzó, en 2008, "las políticas de adquisición de material nuevo marcaron un punto álgido" pues este plan ayudó a transformar un mercado centrado hasta entonces en la compra de material de segunda mano.
En cuanto a los precios, el ICEX alerta de que el comprador marroquí es "muy sensible" a sus variaciones, si bien el acuerdo de Librecambio con la UE -que eliminó los aranceles para la maquinaria agroindustrial- y la cercanía con España "permite reforzar la competitividad" al minimizar los costes logísticos.
Las similitudes agrícolas y climáticas son también una garantía, según el ICEX, pues "hace que los agricultores marroquíes tengan la seguridad de que los equipos que en España funcionan bien, en Marruecos también lo harán".
El informe alerta de que la entrada al país se efectúa por medio de un distribuidor, porque el grueso de consumidores de equipamiento agrícola son pequeñas empresas sin medios para importar directamente.
En Marruecos no está permitida la importación de material rodante de más de cinco años y el material de segunda mano sí cuenta con derechos de importación del 17 %.
